Hace ya casi 3 años, tomé la decisión de mudarme a Boston.
Confieso que al principio no pensé que sería una decisión trascendental: “una maestría de 1 año que, en realidad, son 9 meses y listo”! Pero uno nunca sabe realmente qué va a pasar. Mi novio se mudó de San Francisco a Boston, nos comprometimos y nos casamos. Me gradué, sentí que todavía tenía mucho que aprender, me ofrecieron un trabajo en una escuela y lo acepté. 3 años más tarde, siento que mi vida es completamente diferente. Justo cuando había llegado a un momento en mi carrera en el que me sentía confiada y experta … volví a ser estudiante y darme cuenta de lo poco que sabía. Justo cuando había llegado a un momento en mi carrera en el que había podido enseñar en la universidad, trabajar con las empresas más grandes en Panamá, organizar conferencias anuales, y tener mi propio show de televisión… volví a trabajar por poco y a veces nada de dinero. Justo cuando me juraba que mi nombre representaba algo/todo mi esfuerzo/todo mi trabajo… mi nombre era solo mi nombre y mi trabajo era solo mi trabajo y a nadie le importaba lo que hubiera hecho en mi pequeño país. Solo importaba lo que podía hacer aquí y ahora. Pasé de vivir en Panamá a ser inmigrante en los Estados Unidos. Pasé de ser emprendedora a ser estudiante y luego, a tener un trabajo. No me arrepiento por nada del mundo. He disfrutado cada momento de esta nueva etapa de mi vida. He disfrutado de la humildad de aprender de gente con TANTA más experiencia que yo. He disfrutado del reto de trabajar con acento y en otro idioma. He disfrutado del espacio que esta etapa me ha dado para conectarme con esta nueva versión de mí misma, para re-encontrarme y reinventarme. En estos momentos tan inciertos, a todos nos tocará reinventarnos y creo que ese pensamiento causa mucho miedo. Pero en medio del miedo, no dejemos de ver que ya todos nos hemos reinventado antes y nos volveremos a reinventar más tarde. Algunos se han reinventado al tener que inmigrar a otro país. Otros han logrado reinventarse rompiendo cadenas de su historia familiar. Algunas personas se han reinventado por momentos difíciles en sus vidas y otros, aprovechando oportunidades. Los seres humanos somos flexibles, recursivos, resilientes. Nuestro legado es reinventarnos una y otra vez para sobrevivir. Esta vez, no será la excepción. Stefy
0 Comments
|